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Una polémica publicación en la que un doctor aconsejaba las ‘duchas vaginales’ y mencionaba el uso de productos alcohólicos ha desatado la indignación de los profesionales. Hablamos con una experta, que nos explica por qué estas prácticas no son las más indicadas para la vagina.
El pasado domingo 4 de octubre, la cuenta de Instagram de un supuesto doctor publicó una respuesta muy polémica que se ha hecho viral en redes sociales. A la pregunta de uno de sus seguidores sobre: “¿Qué tiene que hacer una mujer para que un hombre pueda hacerle sexo oral?”, este usuario respondía de la siguiente manera: “Oler muy muy limpio y perfumada”; y añadía: “Recomendación, dúchense antes si pueden. Tenía una ex novia que se hacía duchas vaginales con una perita con agua y Listerine al bañarse”.
La publicación fue inmediatamente contestado por algunos expertos, alarmados por el peligro de las declaraciones del supuesto doctor. Él mismo se retractó de sus palabras horas más tarde en otro post posterior.
No solo la idea de aplicarse productos con alcohol en la vulva es una práctica completamente desaconsejable, sino que también lo son las duchas vaginales en general. Muy Interesante ha contactado con la matrona María Simón Rebollo, quien nos explica por qué las duchas vaginales son poco recomendables.
“Los productos de higiene y perfumes, con o sin alcohol, suelen ser agentes irritativos para la vulva, dado que se trata de una zona muy sensible. Ocasionalmente, algunos productos de higiene diaria poseen químicos que, a largo plazo, pueden causar irritación, y normalmente están desaconsejados para su aplicación en los genitales”.
Los lavados vaginales, en general, están desaconsejados porque desequilibran el pH y la microbiota vaginal. Como explica Simón: “Los lavados vaginales tienden a desequilibrar la flora porque la vagina ‘se limpia sola’ con los fluidos que va secretando. Por tanto, lavados dentro de la vagina no son necesarios”.
“En nuestra vagina hay presentes microorganismos, lo que conocemos como la ‘flora’. A pesar de ser microorganismos, es necesario que estén ahí; son buenos porque protegen a la vagina. En el momento en que hay un desequilibrio de esa flora vaginal empezamos a tener una infección como, por ejemplo, hongos (candidiasis) o vaginitis”, añade.
Por tanto, según la matrona, lo ideal sería lavar la zona solo con agua o, a lo sumo, con productos pH neutro indicados para ello. De hecho, lo ideal es aplicar en la vulva el menor número de químicos posible: “Hay mujeres que suelen presentar muchas molestias como escozor o sequedad, o que son propensas a las infecciones vaginales, y estos productos podrían agravar la situación”, finaliza.
Vía: Muy Interesante.