El síndrome de la heroína: cuando siempre te encuentras al chico problemático para poder salvarlo

Nos han enseñado como mujeres que siempre debemos limpiar los desastres de otras personas. Somos las enfermeras, las que cuidan, las que dan esa caricia cuando alguien se siente mal. Incluyendo, nuestras parejas.

Aguantamos con una sonrisa los demonios ajenos, y nos contentamos en curar con nuestra "calidez femenina". ¿Te suena exagerado? Solamente piensa en las películas que tenemos como ejemplo.

Crepúsculo 


Edward era controlador, posesivo, tenía la carga de odiar su naturaleza y su pasado como asesino. Eso se reflejaba en cómo se comportaba con Bella, y ella solamente cargaba con todo esto por el amor.

Ella salvaba, ella cambiaba toda su vida para adaptarse a él, ella lo consolaba, ella calmaba sus celos… ¿te parece romántico?

Yo Antes de ti


Un hombre que sufrió un terrible accidente, y se termina enamorando de su cuidadora. Es alguien que ya no quiere vivir, cansado de luchar siendo paraplejico.

Ella es quien lo anima, le cambia la vida, se olvida de sus problemas, y cambia toda su dinámica para girar a su alrededor. Claro, él también la ayuda a crecer, pero ella es quien sacrifica todo, su relación, su vida, su comodidad.

Vampire Diaries


Una serie que también aborda personajes masculinos sumamente atractivos, pero trastornados. Stephan, y Damon, por ejemplo. Ambos son asesinos, dañan siempre a sus parejas y son salvados por ellas.

Las ponen en peligro, y después las rescatan, ¿y eso es amor? Por Dios, Damon asesina al mismo hermano de Elena, y ¿son la pareja ideal?

50 sombras de Grey


Un caso similar al de Crepúsculo. Christian, un hombre hermoso, pero controlador, celoso, y que castiga cuando su pareja "se porta mal". La toma como posesión, la involucra en un mundo que a ella le cuesta, ella carga con todos sus demonios, y aún así, ¿es romántico?

¿Ya entendiste la problemática? 


Seguramente has visto varias, has llorado, y soñado con ellas. Así como éstas, hay miles de ejemplos que fungen como ejemplo y en donde construimos nuestro ideal del amor.

Nos enseñan a que "el chico malo" es el atractivo, y nosotras somos quienes pueden cambiarlo, y salvarlo de sus propios demonios internos. Entre más piensas este ideal que nos han enseñado, es más terrible.

Dejamos a un lado nuestros propios problemas, nos doblegamos, y cedemos en todo momento porque "así es el amor". Claro, para nosotras también suele ser mejor concentrarse en el otro, que en nuestros propios .

Pero ojo, así no es la vida. Ese tipo de dinámicas solamente terminan perjudicándonos a nosotras, y a ellos mismos. No somos justicieras ni psicólogas personales de nadie.

Una cosa es dar la mano mientras acompañas el camino de otra persona, y otra muy distinto es cargar con sus problemas y los tuyos. ¿No crees?

Por: Valeria Zurita.
Vía: NuevaMujer.


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