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El estudio se inició en la década de los 70 siguiendo a 1,200 hombres de negocios que, por su estilo de vida, peso, presión arterial y niveles de colesterol en la sangre, se encontraban en riesgo padecer alguna enfermedad cardíaca.
Los resultados demostraron que las personas que tomaron menos de tres semanas de vacaciones cada año incrementaron en un 37% la posibilidad de sufrir una muerte prematura. El estudio también demostró que aquellos que no vacacionaban con tanta frecuencia solían trabajar más cada jornada laboral y también dormían menos.
El estudio también demostró que cambios en la alimentación o nivel de actividad física no son tan significativos como los producidos por las vacaciones frecuentes. Los resultados del estudio fueron presentados en una conferencia de la Sociedad Europea de Cardiología en Munich, Alemania, en donde se recomendó a los médicos recetar vacaciones a sus pacientes.
¿Recuerdas esas vacaciones que postergaste por algún proyecto? Es momento de tomarlas.
Vía: Travel + Leisure.