Aprovechas la mínima oportunidad para stalkearlo a través de sus redes sociales para saber cada uno de sus movimientos.
Lo vigilas y sigues sus pasos como toda una espía.
Constantemente comparas a tu pareja actual con tu ex.
Buscas a toda costa que sean amigos, todo con tal de estar cerca de él.
Te la pasas viendo películas de amor y escuchando música triste que te recuerdan a él.
Te molesta ver a otras parejas felices.
Sigues con la esperanza de que te mande un mensaje o te escriba.
Si tienes un logro o algo bueno te sucede no lo gozas completamente, pues desearías podérselo compartir.
Vía: Salud180.