Tienen un sistema RFID que es leído por antenas y así se puede saber si los productos salen del establecimiento. En el chip se incluye el nombre, color y tamaño del producto.
Estos pequeños chip soportan las altas temperaturas, así como los químicos y detergentes que se emplean en las lavanderías.
La idea del sistema no solo es prevenir los robos sino también facilitar el control de los lavados así como el inventario y distribución de la ropa de cama y toallas.
Toda esa información queda plasmada en un software que permite ver en una pantalla cuántos artículos están en el hotel, en la lavandería o fuera de establecimiento.
"Al igual que en otros sectores que ya emplean la tecnología de la industria 4.0, la información se almacena en la nube, es decir un servidor accesible para los hoteleros y empleados desde cualquier parte del mundo", se destaca en la página de la compañía.
Vía: Infobae.