Cuidado con las bandas en el cabello de tu bebé

A las mamás nos encanta adornar el cabello de nuestros bebés. Más si es niña: moñitos, listones, prendedores, ligas de colores… Sin embargo, debemos tener cuidado porque, sobre todo las bandas,  podrían tener consecuencias muy  negativas.

Razones por las que debemos tener mucho cuidado con las bandas


Debilitan en cabello y causan irritación


El pelo de los bebés es más delgado, es por eso que los cepillos son más suaves. Las ligas, cintas y lazos pueden hacer que se caiga e incluso irritan el cabello fino del bebé.

La Academia de Dermatología española recomienda en su sitio evitar el uso de cintas y lazos porque puede debilitar el cabello del bebé.

Son molestos


La mayoría de los bebés que conozco lloran cuando tienen adornos en la cabeza o se los tratan de quitar. Ya sé que se ven divinos, pero para ellos es un fastidio y no los deja dormir.

Los bebés que llevan cintas durante el día se vuelven más irritables por la noche debido a la hipersensibilidad epidérmica que les causa este accesorio.

Pueden causar asfixia


Ten especial cuidado si además las cintas tienen objetos que puedan desprenderse. Los niños son inquietos, se meten las cosas a la boca y pueden arrancar una de esas piedritas que adornan las cintas.

Otro riesgo es que resbalen al cuello y  le provoquen asfixia. Por eso hay que estar muuuuy al pendiente y nunca dormirlas con algo en la cabeza.

Malformaciones en el cráneo


Hay estudios que afirman que el uso de bandas aumenta la presión sobre el cráneo del bebé, lo que puede ocasionar malformaciones craneoencefálicas.

Mal funcionamiento gástrico


Algunos estudios indican que la presión que ejercen las cintas y bandas demasiado ajustadas sobre el cerebro del bebé también afectan su adecuado funcionamiento gástrico. De acuerdo con lo que se ha investigado, estos accesorios comprimen un nerviecito (el nervio vago) que pasa muy cera del foramen yugular y que se encarga de regular muchas de las respuestas sensitivas  y motoras del intestino.

Se ha demostrado que comprimir este nervio aumenta el riesgo de padecer reflujo gastroencefálico, que a su vez provoca acidez estomacal y problemas digestivos.

Vía: Me lo dijo Lola.


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