¿Cómo lidiar con los temperamentos en el hogar?

Nuestro experto en berrinches, Vidal Schmill, llega para contarnos cómo lidiar con los temperamentos en el hogar y sobrevivir a los de cada integrante del hogar.

 ¿Qué es el temperamento?



  • El estilo de comportamiento natural, innato de cada individuo.
  • La forma de actuar de una persona y es observable a través de nueve rasgos principales de comportamiento:



  1. Nivel de actividad
  2. Persistencia
  3. Rango de concentración
  4. Regularidad de ritmos corporales.
  5. Adaptabilidad a los cambios
  6. Umbral sensorial.
  7. Aceptación / Rechazo inicial
  8. Estado de ánimo o humor crónico.
  9. Intensidad (nivel de volumen)


NO EXISTEN personas temperamentales y otras sin temperamento. Todos tenemos rasgos temperamentales diferentes que nos hacen la vida (y a los demás) más fácil o más difícil.


  • Nivel de actividad. ¿Cuál es el grado general de actividad del niño desde muy pequeño?
  • Rango de concentración. ¿Con qué facilidad se distrae? ¿Puede prestar atención?
  • Adaptabilidad a los cambios. ¿Cómo reacciona ante las transiciones entre una actividad y otra?
  • Aceptación / Rechazo inicial. ¿Cuál es la reacción inicial ante todo lo nuevo: comida, ropa, lugares, personas, o situaciones nuevas o desconocidas?.
  • ¿Cuál es el grado de volumen normal, cuán ruidosa es la persona, ya sea que esté contento, enojado o triste?
  • ¿Es capaz de estar bastante rato con algo que le gusta? (Persistencia positiva) ¿Cuál es su grado de terquedad cuando quiere algo? (Persistencia negativa o terquedad)
  • Regularidad de ritmos corporales. ¿Tiene patrones previsibles y regulares de sueño, apetito y funciones intestinales?
  • Umbral sensorial. ¿Cómo reacciona los estímulos sensoriales: ruidos, luces intensas, colores, sabores, olores, dolor, calor, tacto, textura de la ropa? ¿se sobreexcita con facilidad?
  • Estado de ánimo o humor crónico. ¿Cuál es su humor básico? ¿Predominan las emociones positivas o las negativas?


Cuando un niño o alguien de la familia tiene un temperamento difícil, la vida en el hogar se altera seriamente y los pleitos, gritos y berrinches mal manejados son frecuentes.

Dependiendo de cuántos rasgos temperamentales caen en el extremo difícil se puede clasificar en:


  • Básicamente fácil pero con algunos rasgos difíciles.
  • Difícil.
  • Muy difícil.
  • “Mata-madres”


Una persona temperamentalmente difícil es “normal” y no actúa así a propósito.

 No sólo los niños tienen temperamento difícil, el problema es la incompatibilidad temperamental de los integrantes de la familia (mamás y papás con rasgos difíciles no coincidentes con los de los hijos)

El bienestar familiar depende, en gran medida, de la sincronía o fit entre los miembros de la familia.


  • El temperamento se hereda, los niños con alto nivel de actividad, bajo rango de concentración, con rechazo inicial a los cambios, con alta intensidad, que se entercan, irregulares en sus horas de sueño, hambre y eliminación, muy sensibles al dolor o delicado a los olores, sabores y texturas y con humor principalmente negativo, no lo hacen a propósito o “para molestar”, heredaron uno o varios rasgos difíciles y otros fáciles.
  • Luchas de poder y círculos viciosos.
  • Disciplina ineficaz (castigos, victimización, gritos constantes, golpes)
  • Conflictos en la familia (pareja, hermanos, abuelos y tías que opinan y descalifican


¿Qué sucede con la madre?



  1. Sorprendida
  2. Cansada
  3. Furiosa
  4. Culpable
  5. Avergonzada
  6. Inadecuada e incapaz
  7. Deprimida
  8. Aislada
  9. Víctima
  10. Insatisfecha y frustrada
  11. Atrapada
  12. Sobre-protectora
  13. Hay una sensación de asedio en la que el enemigo es el propio hijo(a)


¿Qué sucede con el padre, la pareja y los hermanos?



  1. Se siente desplazado
  2. Cuestiona lo que hace la madre
  3. La madre no tiene energía para su pareja
  4. La madre puede tener celos de la relación relativamente sencilla del padre con el niño difícil.
  5. Hermanos que empiezan a portarse mal para tener también atención.
  6. Hermanos modelo, con problemas de ser el “niño bueno”.


¿Qué hacer?



  1. Distinguir: ¿la conducta es un problema de disciplina o es temperamental?
  2. Si es disciplinaria: clasificas su importancia y aplicas límite claro, concreto, breve, cumplido y consistente
  3. Con consecuencia proporcional, restaurativa, vinculada, oportuna y seguimiento
  4. Si es temperamental: actitud empática – contacto visual – descripción del problema – técnica. 
  5. Actividad incontrolada: intervén temprano – distracción – enfriamiento – válvula de escape.
  6. Distracción / falta de persistencia: Contacto visual – Pausa controlada – Negociación solamente ante lo que valga la pena.
  7. Rechazo inicial / Terquedad (persistencia negativa): explica lo que va a suceder claramente – secuencia de eventos – respeto del ritmo de adaptación ajeno – Reloj de cambios.
  8. Irregularidad: Distinguir entre hora de acostarse y de dormir – distinguir entre hora de sentarse a la mesa y comer
  9. Intensidad: hablar más bajo y pedir que baje la voz, que la escuchas bien.
  10. Irregularidad de ritmos corporales: No pongas a prueba su umbral de tolerancia. No te angusties con las manías - Ofrécele una elección simple: No preguntes ¿qué quieres desayunar? Mejor ¿huevos o cereal? - Introduce lo nuevo poco a poco: Dale su tiempo para adaptarse. Explora otras opciones.
  11. Estado de ánimo negativo: resignación (no es depresión).


Vía: BBMundo.


Artículo Anterior Artículo Siguiente