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El enlatado es una técnica de conservación de los alimentos. ¡Una lata cerrada puede durarte hasta 5 años! En general, el proceso de enlatado consiste básicamente en tres pasos:
- La comida a conservar se pela, pica, corta, rebana, cocina, deshuesa, etc.
- Se sella la lata conteniendo el alimento previamente preparado.
- La lata sellada se esteriliza con calor para matar bacterias dañinas.
Se cree que este proceso destruye todos los nutrimentos del alimento, pero esto no es verdad. Ciertamente, el proceso de esterilización puede dañar vitaminas termosensibles, como la C y la B. Sin embargo, macronutrimentos ─proteínas, grasas y carbohidratos─, minerales y vitaminas solubles en grasa (A, D, E y K) se mantienen. Inclusive ciertos compuestos pueden aumentar. Por ejemplo, los antioxidantes contenidos en el jitomate se liberan con el calor.
Con el proceso de enlatado se puede perder un poco el sabor, para lo cual la industria de alimentos añade azúcares y sales a la comida, así como algunos conservadores. Si tenemos problemas cardiovasculares o de glucosa (diabetes, resistencia a la insulina), consumir un exceso de sodio y de azúcares nos pueden perjudicar. Afortunadamente, dentro de los alimentos enlatados hay opciones bajas en sodio y sin azúcar, pero es importante revisar las etiquetas nutrimentales.
También se ha llegado a encontrar una sustancia llamada bisfenol-A (BPA) en latas. Esta sustancia es utilizada tanto para endurecer plásticos como para producir el recubrimiento interno de las latas, y puede migrar a la comida que almacena. Es bien sabido que el BPA aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y problemas hormonales en mujeres. Estos últimos pueden conllevar a desarrollar cáncer de mama.
Finalmente, creo que nuestras mamás nos han enseñado a no comprar latas golpeadas ni infladas. Cuando una lata se golpea y se perfora (aunque sea de manera microscópica), y el alimento no estaba bien procesado, se desarrolla una bacteria llamada Clostridium botulinum, la cual produce botulismo. Esto es más probable que suceda con productos enlatados caseros, no con los comerciales.
Los alimentos enlatados son una gran alternativa cuando no es posible conseguir productos frescos. Sin embargo, debemos procurar no consumirlos más de una vez por semana para limitar el azúcar y el sodio en la dieta, así como para evitar los BPAs. Recuerda siempre revisar los ingredientes en la etiqueta y que no estén golpeadas ni infladas.
Vía: InStyle.