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1. Abre los brazos a los lados y ciérralos hacia ti, poco a poco, haciendo resistencia para así fortalecer tus músculos.
2. Ahora sube estas extremidades, después bájalas ejerciendo fuerza. Si lo deseas, levanta dos botellas de shampoo como si fueran pesas.
3. Abre otra vez los brazos hacia los lados, ténsalos y haz círculos pequeños.
4. Cruza las extremidades, pon las manos a la altura de los codos y aplica presión hacia el pecho. ¡Se trata de un ejercicio isométrico fabuloso para brazos y pecho!
5. Disponte a ‘marchar’ (levantando muslos y piernas). Haz dos secuencias.
6. Coloca las manos en la cintura, abre un poco las piernas y gira el torso de lado a lado.
TIP: Sácale partido a tu tiempo en la ducha, dándote un vital masaje con una esponja de fibra natural que active la circulación en piernas, tobillos y las plantas de los pies.
¿Otro ejercicio fabuloso?
Si vives cerca de la playa ¡camina sobre la arena y respira aire puro!
El oxígeno es maravilloso para vigorizar la piel. Además, una larga caminata por la ribera, descalza, exfolia la piel de manera natural.
Por: Mari-Claudia Jiménez.
Vía: VANIDADES.