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La psicóloga y especialista en análisis conductual, Camila Cury, directora del Instituto Augusto Cury Cursos, dice que no hay soluciones mágicas y que es necesario saber las habilidades correctas para educar la emoción y equipar el intelecto, conociendo los papeles de cada uno.
«Luchar, gritar e imponer ideas en exceso no refleja una personalidad fuerte, como muchos piensan, sino frágil. Hablar de lo que se viene a la mente y decir siempre la verdad, no siempre es la expresión de alguien maduro sino de quien no tiene autocontrol», afirma.
¿Qué hace que una relación dure más?
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«Nada puede ser tan angustiante como construir relaciones saturadas de fricciones, discordias, ansiedad, celos, controles, miedo a la pérdida y de la necesidad neurótica de estar siempre seguros», afirma.
Además, hay que saber convivir con situaciones comunes a todos los seres humanos, como decepciones imprevisibles y frustraciones inesperadas. «No hay nada tan sano como construir relaciones sociales fundamentadas en amor inteligente, alabanza, apoyo, diálogo, tranquilidad, generosidad y reconocimiento de errores», dice.
Cómo tener una relación más duradera
1. No evalúes al otro por sus errores: «La mayoría de las personas tienen una tendencia a resumir al otro por un error, olvidándose de los aciertos. Entender que nadie le ofrece al otro lo que no tiene para dar y que las personas son más importantes que sus errores, puede contribuir mucho en la construcción de relaciones saludables», nos explica.
2. Antes de criticar, elogia: «Por lo general, las personas exponen al otro creyendo que la vergüenza es importante para generar un cambio, pero sucede todo lo contrario, la persona expuesta se siente invadida emocionalmente y puede cerrarse a cualquier iniciativa de reflexión y cambio. Elogiar en público y criticar en privado, es la mejor técnica para conducir al aprendizaje», afirma.
3. Reclama menos y abraza más: «Muchas personas reclaman demasiado, buscan errar poco y se preocupan mucho de lo que los demás van a pensar de ellos. Esto es muy importante, pero, si no hay protección emocional, la mayoría termina reclamando en forma excesiva y, en consecuencia, exigiéndole al otro en demasía. Ser tolerante y paciente es fundamental para proporcionar un punto de reflexión a las otras personas y provocar cambios en la conducta».
4. Reconoce tus propios errores: «Antes de exigir cambios en los demás, debemos buscar cambios en nosotros mismos y el primer paso es reconocer los errores. Quien cree que los problemas son siempre del otro, no tiene madurez emocional y puede llevar sus dificultades hasta el final de la vida, sin reeditar su historia», dice.
5. Ten empatía, simpatía y carisma: «Ser empático es colocarse en el lugar del otro, preocupándose por el interés y la necesidad de las personas. Ser simpático es exponer lo que se siente por el otro, compartiendo sus historias y valorando las de las otras personas. Ser carismático es distribuir elogios, demostrar paciencia y amabilidad y destilar sabiduría y afectividad», finaliza.
Por: MARCELA ANTONACCI.
Vía: iMUJER.