1.- REFLUJO GASTROESOFÁGICO
Nada tiene que ver, por desgracia, con una mala digestión. Sin embargo (y a pesar de que el nombre asuste), esto es acidez.
Se produce cuando la válvula que controla el paso de la comida no se cierra de manera adecuada. Por ello; ocurre el reflujo que hace que el contenido del estómago regrese hacia el esófago. Sentir acidez en el pecho o en la garganta se debe a una irritación causada por lo que te hemos explicado antes.
Puedes prevenirlo evitando las porciones grandes, atracones, bebidas alcohólicas y comidas picantes. También ayuda no comer antes de acostarse, perder peso y vestir con ropa holgada.
2.- ERES CELIACO Y... ¡NO LO SABES!
Esta es la enfermedad de las personas que no pueden consumir gluten porque la proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno les está dañando el intestino delgado.
Los síntomas varías dependiendo de la persona. Pero los más habituales son diarrea, dolor abdominal, irritación y depresión.
Según varias asociaciones de celiacos, más del 75 por ciento de las personas que sufren esta enfermedad no lo saben. Visto lo visto, si tienes la más mínima duda... ¡acude al médico!
3.- ÚLCERA ESTOMACAL
Ocurre cuando los ácidos dispuestos para digerir los alimentos dañan las paredes del estómago. Esto sucede cuando tenemos dentro de sistema inmunológico la bacteria llamada 'helicobacter pylori'. Aunque también hay otras causas como el uso prolongado del ibuprofeno, la aspirina, el estrés, el alcohol, las comidas picantes, el tabaco...
4.- SÍNDROME DEL INTESTINO IRRITABLE
Atención con él porque es relativamente común y causa muchas molestias. ¿Las más comunes? Cólicos abdominales, hinchazón, gases, estreñimiento o diarrea. En definitiva, cambios en tu rutina diaria.
A día de hoy, no se conoce la causa que lo provoca. Sin embargo, sabemos que lo sufren en su mayoría las mujeres menos de 45 años y que es posible controlar los síntomas gracias a una dieta de comidas pequeñas y fáciles de digerir, manejando el estrés y no tomando ciertas medicinas.
Vía: Rebañando.