La secretaria de Turismo estatal, Claudia Chávez López, detalló en un comunicado que esta es “una excelente ocasión para ver a los artistas en el soplado de vidrio o en la decoración de esferas, además de degustar la exquisita gastronomía” regional.
En Tlalpujahua se encuentran sitios con gran historia, como la Parroquia de San Pedro y San Pablo que contrasta en su esplendor barroco con la sobriedad de San Francisco, el primer convento del pueblo, en su parte baja.
Se encuentra también la explanada donde la Torre del Carmen queda como único vestigio de la enorme catástrofe que causó miles de muertes en 1937 y terminó con la minería en la región.
Además de que en la Mina Dos Estrellas se puede “hacer un viaje en el tiempo entrando al túnel de la mina. Esta visita te conectará con el pasado y la magia de este pueblo”, expuso la funcionaria local.
Por otra parte, Angangueo es un Pueblo Mágico minero que serpentea entre cerros boscosos donde, en las montañas que lo rodean, se dan cita cada invierno millones de mariposas Monarca.
Por lo que este pueblo se convierte de noviembre y marzo en uno de los sitios ideales para vivir la experiencia de la migración en los santuarios de Sierra Chincua, Cerro Prieto y El Rosario.
Finalmente, la funcionaria aseguró que en cualquier temporada del año vale la pena visitar los Pueblos Mágicos mineros pero, enfatizó, es en el segundo semestre del año donde se viven las experiencias más extraordinarias.