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Pero te tengo una noticia, conectarse de millones de formas y procurar un beneficio a todos los que forman parte de esa cadena, tiene milenios entre los seres humanos.
Se trata de que la acción de uno produzca beneficios, que pueden ser traducidos de muchas formas, para el resto de los que conforman la cadena. Mientras que el uso o consumo de lo producido por el primero beneficia al resto, este resto beneficia al primero recompensándolo de diversas formas, impulsándolo y apoyándolo para que siga produciendo. Virtuosismo puro.
Las cadenas pueden darse en muchas cosas y circunstancias, una de ellas, de las más antiguas, tiene que ver con la producción de alimentos. A lo largo del tiempo, mucha gente se nutre y puede vivir con lo que las generosas manos de los agricultores cultivan y posteriormente transforman en alimento para que el resto de la cadena pueda vivir su vida de forma sana.
Pues hoy, esa misma ‘Cadena de Bienestar’ está presente en nuestro México diariamente y con una fuerza que nada ni nadie la podrán romper.
Jugos Del Valle es el mejor ejemplo de ello. Todas las naranjas que utiliza para su delicioso jugo, sí, ese que es la delicia de chicos y grandes por generaciones, son cultivadas en su totalidad en México. Con lo que se crea una cadena indivisible y virtuosa: nosotros compramos nuestro jugo de naranja Del Valle y así estamos apoyando a nuestro trabajadores del campo para que tengan trabajo. Además, contribuimos con el cuidado de nuestra flora y fauna puesto que Del Valle está preocupado y comprometido con cuidar todo nuestro valioso campo.
Así es que ya sabes, cada vez que des un trago al refrescante jugo de naranja Del Valle, estás conectado con lo mejor de la vida.