Durante tu entrenamiento difícilmente te encuentras aburrida, ya que los músculos están en actividad constante; al contrario, tu cuerpo presenta estrés y la temperatura se eleva, lo que a su vez provoca un aumento de la misma en tu cerebro.
Ante este proceso natural del cuerpo, la única manera de controlar la temperatura es bostezando, ya que con ello inhalas el aire frío que requieren tus vasos sanguíneos y permites a tu cuerpo refrescarse.
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Es por eso que, tu cuerpo reacciona con bostezos que permiten una mayor oxigenación y un aumento de energía, lo que te ayudará a terminar tu rutina y quemar más calorías.
Si hasta los atletas profesionales se dan permiso de bostezar una que otra vez antes de una competencia, tú puedes hacerlo algunas ocasiones durante tu entrenamiento.
Vía: VANIDADES.