7 cosas que le suceden al cuerpo después del parto

El momento ha llegado, después de 9 meses de espera por fin tendrás a tu bebé en los brazos. Por supuesto estás muy emocionada, pero también nerviosa. ¿Me dolerán mucho las contracciones? ¿Será muy larga la labor de parto? Todos esos temores quedarán disipados una vez que tu hijo o hija nazca.

Sin embargo, la ardua tarea de traer un niño al mundo no termina ahí. Hay reacciones y cambios que tu cuerpo experimentará después de dar a luz y que, seguramente, nadie te dijo que ocurrirían. Para que estés preparada -y no te asustes- te decimos cuáles son esos procesos que tu organismo enfrentará.

Incontinencia urinaria


Una vez que tu bebé nace y que ya no tienes tu pancita de embarazada, los órganos de tu cuerpo deberán volver a su posición original. Esto causa un reacomodo en la vejiga que puede tener como consecuencia que tengas escapes involuntarios de orina.

No te asustes, esto es temporal y lo puedes solucionar con toallas sanitarias o incluso pañales para adulto, sobre todo para que te sientas libre de reír, llorar y moverte sin el temor de que la incontinencia aparezca en los momentos menos oportunos.

Flujo vaginal


No te asustes si notas flujo vaginal (llamado loquios) en tu ropa interior, incluso si es abundante y de color rojizo. Es normal que se presente los primeros días y poco a poco irá será menos espeso y desaparecerá. Esto también tiene relación con los reajustes hormonales que tu cuerpo sufre después de tener a tu bebé. Evita usar tampones durante este periodo, pues corres el riesgo de una infección.

Pequeñas hemorragias


Además del flujo vaginal rojizo, es probable que tengas pequeñas hemorragias. No te preocupes, tu cuerpo está preparado para recuperar toda la sangre que perdiste durante y después del alumbramiento.

Esta situación no se presenta en todas las mujeres y se puede deber a que después del parto el útero no se contrae adecuadamente y, por lo tanto, los vasos sanguíneos que se rompen después de la expulsión de la placenta no se cierran del todo.

Los pequeños sangrados durarán un par de días y poco a poco irán desapareciendo. Si la situación no mejora en poco tiempo, es mejor que acudas con tu médico para asegurarte de que no presentes plaquetas bajas o algún otro padecimiento.


Resequedad vaginal


Es normal que los primeros días posteriores al parto la lubricación vaginal disminuya y se presente una resequedad que a su vez puede provocar que la relaciones sexuales sean dolorosas. Esto puede durar varios días, semanas o incluso algunos meses, pero poco a poco irá mejorando. No obstante, si la resequedad dura mucho tiempo o empeora, es recomendable que acudas con tu médico para descartar cualquier otro problema de salud.


Contracciones


Como lo mencionamos antes, las contracciones son la manera en que el cuerpo detiene las hemorragias de los vasos sanguíneos que se rompen durante el embarazo. Pero no te preocupes, no son tan dolorosas como las del parto, más bien se sienten similares a los cólicos o incluso hay mujeres que sólo sienten pequeñas molestias.


Tus pies crecerán


¡No es broma! Tampoco es que te conviertas en Pie Grande de un día para el otro, pero sí es muy probable que tu talla de zapato aumente medio número (es decir, medio centímetro). Muchas veces esto se presenta desde el embarazo y es por causa de la relaxina, una hormona que tu cuerpo genera en mayor cantidad durante la gestación y cuya función es ayudar a relajar los ligamentos de las articulaciones de la pelvis, permitiendo que sean más elásticos y el canal del parto se ensanche para que el bebé pueda salir.


Aumento de la transpiración


Seguro nadie te lo dijo, pero luego de tener a tu bebé sudarás más de lo común, sobre todo en las noches. Los cambios hormonales son la principal causa este incremento de transpiración y no hay razón para alarmarse. Así que no te sientas mal por esta situación, poco a poco se irá regularizando.

Por: VANESSA MENA.
Vía: iMUJER.


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