Sin duda, lo más complicado es :¿cómo saber los detonantes de una relación? Hay 5 indicadores que nos pueden ayudar en esto.
Inseguridad: a dónde vas, con quién, cuánto tiempo, por qué; estas preguntas claramente denotan la inseguridad en la pareja (lo reiteramos), y por ende, puede generar discusiones en su mayoría innecesarias. Si tu relación va empezando y esto ya está ocurriendo, es momento de considerar el siguiente paso, pero si ya llevas años lidiando con algo así, es tiempo de considerar el daño colateral que esto puede ocasionar.
Demandas: es un hecho que todos tenemos que sacrificar ciertas cosas para tener una relación sana, y no hay problema porque parte de una relación significa ceder, pero cuando estos pequeños sacrificios se convierten en demandas por parte de tu pareja, es necesario reflexionar sobre la delgada línea entre una cosa y otra. La principal que se da entre nuestras generaciones es trabajo/pareja; indiscutiblemente la pareja casi siempre tiende a sufrir una descompesación en esta, pero cuando la pareja reclama tiempo de más que no puedes proporcionar, es tiempo de encender una alerta roja.
Revisar tus mensajes: aunque esto puede parecer una variante de inseguridad, es neesario admitir que parte de vivir en pareja, es compartir muchas cosas, tal vez, pero si esto se convierte en una constante invasión a la privacidad (no porque tengas nada que esconder, sino porque no deja de ser tu espacio personal). Este es un llamado digno de decir "Houston, tenemos un problema".
Intereses: parte de ser una pareja significa que comparten ciertas cosa en común, pero si durante el tiempo que están juntos estos intereses comienzan a dispersarse, sin duda hay una alerta roja ahí.
Celos: nada peor que esto para destruir cualquier relación. Creemos que no está mal cuidar de una persona, pero cuando eso degenera en un comportamiento obsesivo, es momento de abandonar a la pareja. Los sacrificios, la vigilancia y todo lo demás tal vez podrían entrar en la categoría de una solución a largo plazo: esta no.
Sabemos que separarse de una pareja no es fácil, pero como bien se dice por ahí: es mejor estar sola que mal acompañada.
Vía: Vogue.