Lo cierto es que si tienes un problema con tu peso, lo ideal es que acudas con un especialista para que diseñe el plan adecuado de acuerdo a tus necesidades.
La Perelman School of Medicine, en la Universidad de Pensilvania, llevó a cabo un estudio en el que encontraron que cenar pesado afecta negativamente al metabolismo de la grasa y altera los niveles hormonales, de insulina y de azúcar dando como resultado problemas cardíacos y enfermedades, como la diabetes y la hipertensión.
Los hallazgos también revelaron que las consecuencias metabólicas de retrasar la principal comida del día impactan directamente en el ciclo del sueño, teniendo como resultado aumento en el peso, los triglicéridos y el colesterol.
El estudio se basó en la observación de dos grupos de personas con hábitos de alimentación diferentes. El grupo que tenía tres comidas fuertes y dos colaciones mantuvo los niveles de leptina, sustancia encargada de la saciedad en su nivel más alto hacia la tarde, motivo por el que este estudio sugiere que comer más temprano y mantener colaciones hace que el sentimiento de saciedad darte más. En contraste, el grupo que comía pesado y tarde, metabolizó menos lípidos y más carbohidratos.
Vía: NuevaMujer.