El resultado es que tanto madres como hijas prefirieron a hombres más atractivos y los medianamente atractivos, lo cual indica que mientras era considerado un hombre atractivo o medianamente atractivo, tanto madres como hijas elegían al individuo que tenía mejores rasgos de personalidad. Y por el contrario, cuando un hombre menos atractivo era relacionado con el perfil más deseable de personalidad, ni las hijas ni las madres lo escogían como pareja potencial.
La profesora de psicología Madeleine Fugere, coautora del estudio, explica que si un hombre es considerado al menos medianamente atractivo, su personalidad puede ser importante para las mujeres. Pero si un hombre es poco atractivo, al parecer su personalidad no les importa a las mujeres.
Vía: Padres e Hijos.