Los mitos que no te dejan adelgazar

Un día, sin más, tu pantalón favorito deja de quedarte; entonces te ves en el espejo y realmente no te sientes cómoda con lo que estás viendo. Así que decides hacer algo al respecto, una dieta, por mencionar un ejemplo.

El Internet se vuelve tu mejor aliado y de crees absolutamente todo lo que lees (que asegure tu disminución de peso y tallas), pero en tu afán de hacer caso a todo el que diga saber qué es lo que necesitas también crees en mitos que te impiden lograr tu cometido.

Aquí te señalaremos algunas de esas falacias:


1. Si ingieres un refresco, helado, yogur o hamburguesa no'más porque dice que es "light" no engorda.


"El problema de lo light es la creencia de que se pueden comer indiscriminadamente. En realidad, el consumidor debe prestar atención. Algunas cosas light sí son cero calóricas. Por ejemplo, un vaso de refresco común tiene hasta 90 calorías; uno light, ninguna, porque está hecha a base de una sinergia de endulzantes. Esas 90 calorías son las mismas que te aporta una taza de fideos", explicó la nutrióloga Montserrat Gaytán.


2: La grasa es tu enemigo número 1


O sea sí pero no, pues existen dos tipos de grasas. Pero para empezar es pertinente que tu único enemigo o al menos el más temible es el exceso de azúcar, mucho más de la industrializada (toda aquella que en las etiquetas terminen en osa, como sacarosa, etc. ). La única azúcar que tu cuerpo necesita la puedes obtener de frutas, verduras y cereales naturales.

Y regresando a las grasas, estando en un régimen alimenticio más estricto, debes eliminar las grasas "malas" o sea, la comida frita y todos los embutidos. A diferencia, las grasas buenas que se encuentran en el pescado; atún; salmón; pollo y semillas, son saciantes y nutritivas.


3. La siesta engorda


Si antes de dormir decidiste entrar a un concurso para ver quién comía más hamburguesas, entonces quizá engordes un poco. Pero si ése no es el caso no tienes nada de que preocuparte. Al contrario, la cantidad adecuada de sueño (7 horas al día) te ayudará a bajar de peso y nosotros te decimos por qué.

La leptina tiene que ver con el control del peso corporal pues inhibe la producción de hormonas y péptidos que incrementan el apetito y los deseos de comer, y cuando no se duerme bien ésta disminuye. Así que para no alterar los niveles biológicos, los expertos recomiendan dormir al menos siete horas; y si tienes la oportunidad de tener alguna siesta reparadora, no lo dudes ni un segundo.


4: Si quieres adelgazar no debes comer nada


No tienes que dejar de comer, a menos que te guste hacerlo no sólo cuando tienes hambre, sino cuando estás triste, aburrida o ansiosa. Y tampoco te vayas al otro extremo, pues cuando dejas de comer tu cuerpo emite señales para que todo tu organismo ahorre la energía acumulada de cualquier exceso de grasa; entonces éste aprovecha todo lo que le das porque no sabe cuándo será la próxima vez que podrá comer.

Además, malpasarte con frecuencia puede provocar que tu hipotálamo demore más detectar la sensación de saciedad. Lo cual sólo ocasionaría que ingirieras una cantidad muchísimo mayor de alimentos (y calorías) de las que realmente necesitas.

5. ¡A correr!


No sólo porque veas a los runners tener una figura envidiable quiere decir que todas las personas pueden hacerlo. Si decides correr sin ayuda de un experto podrías lastimar tus articulaciones o incluso sufrir una lesión más grave. ¿Por dónde puedes empezar además de buscar a un instructor? Con las pesas, tú querrás hacer pesas.

Sudar no es sinónimo de adelgazar, para lograr reducir tu IMC (índice de masa muscular) debes incrementar tu temperatura basal pues es la responsable de quemar calorías. Después, el tejido muscular consume calorías, y para desarrollar tus músculos, las pesas son la mejor opción.

Ahora lo sabes, ve y triunfa con tu dieta.

Vía: HuffingtonPost México.


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