Son las azafatas de eventos deportivos, siempre vestidas en modo sexy y prestas a besar al ganador.
Porque el beso también suele incluirse siempre en el guión.
Y a pares.
Pero los tiempos están cambiando (a mejor) y puede que las azafatas, entendidas como hasta ahora, tengan los días contados en el deporte.
Se suma así a un movimiento en este sentido que han realizado la Volta a Catalunya, la Challenge de Mallorca o la australiana Tour Down Under.
El ciclismo acaba con años de colocar a la mujer como ornamento necesario para subrayar la gloria del vencedor.
¿Y en la Vuelta Ciclista a España, el Giro o el Tour?
Desde la dirección de la Vuelta Ciclista a España, de momento, se trata de eludir el debate. Preguntado al respecto, Javier Guillén, director de la Vuelta, aseguraba en Marca que no tiene conocimiento de que haya ninguna reclamación de eliminar las azafatas de la carrera y que, en todo caso, sus azafatas trabajan "desde la dignidad y el respeto".
Como mucho, aceptarían introducir azafatos.
Pero el sexismo está en retroceso en cuanto a los viejos rituales deportivos y cada vez resulta más llamativo que para entregar un ramo de flores al ganador haya que lucir faldas cortísimas, escotes generosos o prendas ultraceñidas.
Mujeres para el vencedor
Como si de una campaña militar de Alejandro Magno se tratara, en el deporte se ha reservado siempre una mujer para el vencedor.
No en todos los deportes, eso sí. Los futbolistas, baloncestistas o atletas olímpicos ganan sin necesidad de que les agasaje una fémina. (Bueno, estaría el asunto de las cheerleaders pero esa es otra historia).
Sin embargo, desde hace mucho tiempo se instituyó como tradición que hubiera una mujer (o, mejor, varias) para que tenistas, ciclistas y pilotos se sintieran verdaderamente ganadores.
La verdad es que tiene poco sentido contratar a una mujer joven y bella para dar la victoria al ganador. El concejal de deportes pertinente también puede hacerlo. Y hasta darle un beso al ciclista o conductor de Fórmula 1 victorioso. Concejal o concejala. Lo importante es anular una imagen que tiene un enorme componente machista: la del hombre como vencedor al cual se le coloca al lado una mujer bonita para que su éxito esté completo.
Foto: Cordon Press
Vía: Zeleb.mx