Obviamente lo mejor es disponer de un asiento tranquilo en la cabina, lo cual debemos tener en cuenta a la hora de reservar los billetes. Hay que evitar la última fila en el avión y los asientos de pasillo. Cuanto más cerca de la parte delantera del avión, más tranquilo. El asiento de ventanilla tiene muchas ventajas. Una de ellas es que nos brinda una pared robusta en la que apoyar una almohada.
Uno de los más clásicos es cubrirse con una manta, que muchas veces nos proporcionará el personal de cabina. Parece una tontería pero la ciencia ha demostrado que su tacto estimula y, al igual que un abrazo, nos da una sensación de seguridad que tiende a calmar la mente y relajar el cuerpo.
También el personal de cabina suele proporcionar cojines, pero a la larga es más rentable comprar una almohada de viaje adecuada que soporte el peso de nuestra cabeza durante el sueño.
Hay muchos auriculares en el mercado pensados para aislarse del ruido exterior, no para escuchar música. Son los famosos SleepPhones, muy cómodos porque están incorporados en una diadema. Una solución similar es la de escuchar ruido blanco a través del smartphone, para anular otros ruidos como el de los bebés llorando o los viajeros gritones.
Vía: Dónde Viajar.