En mi caso tomo clases de 3 tipos de yoga: vinyasa, hatha y of the wall, pero no importa cuál estés practicando, cada una de ellas te ayuda a relajar la mente, calmar tus emociones y recuperar la tranquilidad que nos roban los problemas cotidianos.
Para combatir el estrés, aquí te comparto mis tips:
Trata de no pensar en lo que te agobia (es muy difícil, pero enfócate en la clase, escucha la voz del profesor y deja afuera las preocupaciones).
Respira. La respiración es una de las partes vitales de la clase, si no te concentras la pierdes. Llegué muy angustiada a una de las clases y me costó mucho concentrarme en mi respiración, una vez que lo conseguí, pude empezar a calmarme.
Trabaja con una intención. En las diversas clases de yoga, al inicio, los instructores piden que trabajes con una intención: puedes dedicarle tu energía y tu clase a un asunto no resuelto, algún sentimiento que te consume, a algo que quieran resolver, una persona o algo que quieres reforzar en ti.
Termina la clase. Es probable que te sientas torpe porque no te puedes concentrar, pero no te salgas de la clase a la mitad. Seguirás intranquila e interrumpes un práctica que te ayudará a liberarte de las malas emociones.
Aprovecha el savasana. Todas las clases cierran con esta postura que te ayuda a relajarte, calmar la mente, combatir la depresión y a reducir la presión arterial. Aprovecha para dejar ir todo lo que ya no quieres dentro de ti y liberarte del estrés que es una carga muy pesada.
Por Olivia O'Gam Espinosa
Vía: NuevaMujer.