Estos cuatro son ideales:
1. Levanta y baja lentamente las dos piernas y repite ocho veces cada movimiento. Puedes alternar las piernas si así lo deseas.
2. Recuéstate con el cuerpo de lado y levanta una pierna lo más alto que puedas, y bájala lentamente. Hazlo seis veces. Cambia de lado y repítelo con la otra.
3. Acostada, dobla las rodillas y levanta lentamente el torso, estirando la espalda suavemente. Sostén 10 segundos. Realiza ocho repeticiones.
4. Estírate como si fueras un gatito, suave y muy lentamente, sintiendo cómo los músculos y las articulaciones se despiertan.
Vía: VANIDADES.