Si después del cansancio del día te cuesta trabajo conciliar el sueño, un estudio llevado a cabo por los científicos de la Universidad de Pennsylvania, en Estados Unidos, sugiere que comer una taza de tomate crudo o media taza de tomate cocido (como en salsa para espagueti) todos los días, podría ayudarte a dormir más rápido.
Lo mejor de todo es que los resultados los podrás ver en solo siete días. El héroe de esta historia es el licopeno, un antioxidante de color rojizo que relaja la tensión muscular y te ayuda a caer en los brazos de Morfeo —el dios del sueño— con facilidad.
Por: Giselle Balido
Vía: VANIDADES.