Las mujeres también tenemos relaciones casuales y está bien, cada persona tiene el derecho de relacionarse como le plazca. Esto no nos hace promiscuas o “ligeras”, las decisiones que tomamos son nuestras y nadie puede juzgarnos por la forma en la que manejamos nuestra sexualidad.
Estar solo es una elección
La necesidad de aprender sobre nosotras mismas es tan grande que ponernos en pareja no entra en nuestros planes.
Quizá las malas experiencias marcaron nuestro presente y por eso necesitamos marcar distancia para tener el control de las situaciones.
Lo cierto es que sea por el motivo que sea, amamos nuestra soledad y nuestra independencia, por eso elegimos estar solteras. No queremos tener que preocuparnos más que por nosotras mismas.
La soltería es rock
La soltería es una de las etapas más divertidas de la vida. No me malentiendas, estar en pareja también es divertido. Pero cuando estás solo descubres muchas cosas sobre ti.
Una de las cosas más lindas de no tener pareja es la libertad que tienes para moverte de un lado a otro, de hacer planes, de aventurarte a la vida. Dependes solo de ti y eso hace que todas las decisiones sean más fáciles y más ágiles.
Cuando estás solo pasas por muchas etapas, te diviertes, te regocijas, pero también te enfrentas contigo un domingo cuando todos tus amigos están en pareja y tú no. Ahí cuestionas lo buena que puede ser la soltería…
Amor fugaz
Poco a poco permitimos que nuevas personas entren en nuestra vida. Y conocemos chicos que se interesan por nosotras, que nos invitan a salir o tener algún encuentro fugaz.
Volvemos a encontrarnos con el amor frente a frente y cuando nos mira a los ojos nos paralizamos. Y nos damos cuenta que aún no estamos preparadas. Es en ese momento en que elegimos tener una relación casual, que tenga todo lo bueno de una relación pero sin ser una.
Elegimos una pareja que pueda entender el momento que estamos pasando, y que a su vez busque lo mismo que nosotras, un poco de compañía pero sin compromisos.
Sé que suena frío pero a veces es simplemente lo que necesitamos, no queremos que nos pregunten por la cena, ni por los compromisos familiares del próximo fin de semana.
Queremos a alguien que nos conquiste todos los días, que nos pregunte por nuestro día porque quieren hacerlo y no porque sientan la obligación, en este momento necesitamos una pareja que la veamos cuando tengamos ganas y tiempo.
No esperamos a alguien con un físico perfecto o con una personalidad particular, en sí no esperamos nada, simplemente alguien llega para hacernos compañía y disfrutar de un buen momento.
Nos acostumbramos a la soltería y por eso nos cuesta tanto dejarla ir, mientras terminamos de encontrar nuestro equilibrio disfrutamos de nuestra independencia y a su vez nos permitimos conocer a alguien sin apuros ni etiquetas, solo nosotros…
Por: Valentina De Anda
Vía: iMUJER.