Tradicionalmente, el Pho se sirve en un bol. Los fideos están hechos con harina de arroz y nadan en un suculento caldo de carne de ternera mezclados con pequeños trozos alargados de carne y diversas verduras, hierbas y especias como la menta o el cilantro. Hay muchas variedades regionales que pueden incluir todo tipo de vísceras (desde hígado a corazón,aunque todo cortado en pequeños pedazos) o bien pequeñas albóndigas de carnes de cerdo o muslitos de pollo.
En un pequeño plato separado se sirven los condimentos, que son fundamentalmente cuatro: albahaca, limón, brotes de soja y pimienta. Un festival de sabores y aromas del Sudeste Asiático. En los restaurantes más turísticos de Ho Chi Minh y Hanoi se sirve además un recipiente con varias salsas. Las más habituales son la salsa hoisin y la Sriracha tailandesa.
Los turistas solemos disfrutar de este manjar en la comida del mediodía o para la cena, aunque muchos vietnamitas comen Pho como desayuno.
Un buen viajero sabe que una de las mejores formas de acercarse a la cultura y a la gente de los países que visita es la gastronomía. En el caso de Vietnam, esto pasa por degustar un buen plato de Pho al estilo tradicional en alguna genuina casa de comidas vietnamita. Toda una experiencia.
Vía: Dónde Viajar.