Además, esta parte de epidermis es pobre en glándulas sebáceas, por lo que se deshidrata fácilmente, provocando que envejezca más deprisa que otras zonas y aumenta la flacidez.
Por si fuera poco, los músculos del cuello, son poco ejercitados por lo que se debilitan a medida de que envejecen los humanos.
Un estudio publicado en la revista Plastic and Reconstructive Surgery dio a conocer que mientras más pasa el tiempo, la mandíbula, o maxilar inferior, tiene cambios y pierde masa, lo que provoca que tenga menos soporte para los tejidos de la parte inferior de la cara y cuello. Este proceso degenerativo da como resultado la papada.
Lo más recomendable para retrasar la aparición de la papada, es hacer pequeñas rondas de ejercicios de cuello de unos 10 o 15 minutos al día.
Mueve hacia arriba y abajo la cabeza. También de un lado a otro.
Vía: VANIDADES.