Cómo saber si debo llevar a mi hijo al psicólogo

Quizá piensas que los niños pequeños no van al terapeuta, psicólogo o psiquiatra, pero sí lo hacen y sus padres deberán prepararse para saber cuándo es necesario acudir a estos especialistas.

Los niños, especialmente en sus primeras etapas de vida, son bastante curiosos y tienen comportamientos que a los adultos nos parecen extraños pero entendibles. Hay ocasiones en que estos comportamientos dejan de ser entendibles y normales para convertirse en causas de preocupación para los padres.

Comportamientos preocupantes


Puede que a tu niño no le guste ensuciarse las manos, pero si esto se convierte en una actitud que puedes considerar negativa, es hora de pensar en llevarlo a algún experto. Como no ensuciarse las manos pueden ocurrir otros comportamientos preocupantes.

Lo primero que puedes hacer ante las dudas es consultar con tu pediatra, te dirá qué clase de comportamientos son saludables y normales en un niño de su edad y cuáles no, además de remitirte a un psiquiatra en caso de que sea necesario.

Si se trata de un niño con más edad, debes observar con atención su manera de comportarse y sus reacciones. Cualquier detalle puede darte alguna pista sobre su condición mental por lo que es recomendable que converses con él por si esta pasando por algún problema en la escuela o algún abuso.

Problemas más serios


Si en tu familia o la de tu pareja hay historial de enfermedades mentales, la respuesta más lógica es llevarle a una consulta médica de inmediato, puesto que ya hay cierta probabilidad de que esté padeciendo una enfermedad de este tipo.

En caso de autismo, o de su sospecha, también debes recorrer inmediatamente a un especialista. Esta es una condición que necesita su respectivo cuidado y atención y se puede perder mucho tiempo.

Traumas y accidentes


Esperamos que no lo sea, pero si tu niño ha pasado por una situación traumática como un abuso físico, sexual o verbal, algún accidente o cualquier hecho que genere impacto, lo ideal es llevarle a ver a un especialista para que pueda guiarle y ayudarle a procesar ese duro momento, y es probable que tú también debas unirte a la terapia.

Por otro lado, el abuso escolar puede llevar a tu hijo a sufrir desórdenes alimenticios, así que si notas algo extraño en su forma de alimentación, trata de conversar con él y luego llevarlo a alguien que pueda ayudarle de inmediato.

Podemos creer que nuestros hijos “crecerán” de los problemas, pero realmente puede tratarse de algo mucho más grave. Ante la duda es mejor consultar.

Por: Ana Villalobos
Vía: iMUJER.


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