¡No es broma! Un grupo de estudiantes de la Universidad de Pavia analizó a 22 mujeres mientras “chismeaban” con sus amigas y descubrieron que “el chisme” aumenta los niveles de oxitocina, un neurotransmisor que comúnmente se conoce como la hormona del amor o la confianza.
Por si fuera poco, “chismear” ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona que comúnmente está relacionada con el estrés, por lo que los investigadores concluyeron que los chismes podrían ser el responsables de ayudarnos a sentirnos bien.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que te llamen chismosa será sinónimo de que eres una mujer sana y feliz.
Vía: InStyle.