Cuando ser mamá no es algo impuesto por la sociedad, cuando ser mamá es una elección tomada con convicción y amor, nos llenamos de amor y esa alegría que nos transmite la llegada de un bebé complementa nuestra felicidad.
Pero muchas veces toda esa emoción que sentimos puede jugarnos una mala pasada: la revolución de hormonas dentro nuestro puede sensibilizarnos y generarnos una gran depresión luego de dar a luz. Sobre todo, por el hecho de mirarnos al espejo y descubrir que nuestro cuerpo cambió, que tenemos marcas, que pesamos más y que, además, no contamos con el tiempo suficiente para dedicarlo a nosotras mismas y así recuperar esa otra figura que dejamos hace nueve meses.
Sobre la depresión, sobre las marcas y sobre nuestro derecho por ser mujeres, además de madres, habla esta publicación de instagram.
El mensaje
Alexandra Brea fue mamá por segunda vez. 18 meses después de dar a luz a su primer hijo, y cinco meses luego de convertirse mamá por segunda vez, subió una bella fotografía junto a uno de sus hijos y junto a todas sus marcas.
“Ha sido un largo y difícil camino de posparto para mí. 18 meses después de dar a luz a mi primer hijo y luego de 5 meses del segundo siento que finalmente puedo ver la luz y realmente se siente increíble. Quiero aplaudirlas a ustedes, mamás, que están luchando contra la depresión posparto y aún así se levantan por sus hijos. Las saludo a todas ustedes que siguen llorando por las marcas que dejó el embarazo en sus cuerpo. Celebremos por la maternidad, quiero animarlas porque esto pasará. Las cosas mejorarán”.
Ser mujer y ser mamá
Alexandra fue mamá y atravesó lo que ninguna mamá quiere pasar: la depresión posparto. En su caso se debió a las marcas en su cuerpo, a su figura que era muy distinta a la anterior a ser madre. Se deprimió muchísimo: ver todas esas marcas en su estómago no le resultaban bellas.
Pero la depresión pasa. Con el paso del tiempo -y si es necesario con una ayuda externa- lograremos derribar todos esos miedos y esas tristezas. Finalmente, disfrutaremos de nuestros bebés y de nuestros cuerpos. Esas marcas son producto del amor que tanto deseamos. Amemos ser madres, amemos esto que tanto soñamos.
Pero… no olvidemos que también somos mujeres. Si no nos sentimos contentas con nuestro peso, con nuestras marcas, tomémonos un tiempo para nosotras. Porque ser madres no nos excluye de ser mujeres. Porque si queremos algo para nuestra salud y para nuestra belleza, deberíamos regalarnos ese tiempo. Porque una cosa no excluye a la otra. Y porque cuando las aprendamos a combinar, seremos las personas más felices del planeta.
Por: Valentina C
Vía: iMUJER.