1. Muévete. El balance de energía de tu cuerpo funciona como un sube y baja. De un lado tienes la energía que obtienes de la comida y del otro lado, la energía que gastas. Para bajar de peso, la balanza se debe inclinar hacia la segunda, que incluye a todos los movimientos que hagas con tu cuerpo. Ya quitaste peso de un lado al comenzar una dieta. Es hora de que pongas peso del otro lado moviéndote más: salir a caminar, subir escaleras, estacionar el carro más lejos.
2. Duerme bien. Cuando dormimos menos de 6 horas cada noche, sometemos a nuestro cuerpo a un estado de estrés. Así, el cuerpo se resiste a que se queme la grasa, pues es la reserva de energía para sobrevivir en emergencias. Si tienes problemas para conciliar el sueño, te recomiendo no usar nada con una pantalla luminosa al menos una hora antes de irte a acostar. Toma una taza de té sin cafeína, como de tila, de azahar, de valeriana o de pasiflora. Antes de dormir, lee un poco o medita para relajarte y poder dormir sin problema.
3. Come frutas y verduras. Pareciera obvio y seguramente en tu dieta estos alimentos vienen incluidos por default en cada comida. En cuanto a frutas, hay que evitar aquellas que sepan más dulces (plátano, lichi, mango), pues contienen una gran cantidad de azúcar. Prefiere frutas fibrosas y ricas en antioxidantes, como fresa, moras, manzana, pera y naranja. En cuanto a verduras, procura consumirlas crudas para que no pierdan fibra y vitaminas sensibles al calor. Evita las “crucíferas”: col, coliflor, brócoli, col de Bruselas.
4. Prefiere tomar agua simple. Si no tienes el hábito, puedes iniciar con infusiones de agua con pepino, limón, jengibre y yerbabuena. También puedes iniciar con té verde, que es rico en antioxidantes que aceleran el metabolismo. Evita refrescos y bebidas endulzadas, aunque sean light. Algunos edulcorantes pueden desbalancear tu flora intestinal, inflamándote.
5. No te saltes comidas. Es importantísimo que hagas tus tres comidas principales y una o dos colaciones. Con ello no te dará un hambre voraz que te llevará a comerte al mundo en cuanto te pongan alimentos en frente. Además, te ayudará a controlar el estrés y la ansiedad por comer.
Siguiendo estos consejos, comenzarás a sentir los resultados de tu esfuerzo en tu cuerpo y no sólo en la báscula.
Por: Lisa Grabinsky
Vía: Life and Style.