Durante mucho tiempo este bosque húmedo y oscuro permaneció lejos de las rutas turísticas y ausente en las largas listas de los folletos donde se ofrecían “excursiones desde Berlín“. Y es que hasta hace relativamente poco no había carreteras que nos permitieran llegar aquí y recorrer los caminos. Pero poco a poco se fue “domesticando” el bosque y hoy está lleno de senderos, casas de vacaciones y algunos pequeños hoteles rurales.
En verano son muchos los alemanes, especialmente los que viven en la capital, que eligen el Spreewald para pasar sus vacaciones en la naturaleza. En época estival los lugareños ofrecen encantadores paseos en barca por los caminos de agua que surcan este laberinto verde. También podemos hacerlo por nuestra cuenta alquilando una canoa en alguno de los muchos puntos de alquiler.
A dos kilómetros de Lübbenau está Lehde, donde se encuentra el Spreewald Museum. Se trata de una especie de granja tradicional que muestra los modos de vida del pueblo sorabo donde el gran protagonista es el pepinillo (Gurken). Sí, en este lugar se cultivan los mejores del mundo.
Vía: Dónde Viajar.