Las razones por las que se es infiel

Esta es la respuesta que muchos quisieran saber, y aún más, qué podríamos hacer para impedir una infidelidad. Muchas personas explican por qué hicieron lo que hicieron y sorprendentemente, cada historia es muy diferente a otra. Sin embargo, todas tienen algo en común, sus necesidades afectivas o físicas.



La infidelidad, principalmente, es un aspecto legal en el cual una de las personas involucradas en el contrato matrimonial interrumpe dicho contrato para intimar con alguien más. No obstante, la infidelidad en sí es mucho más que estar con alguien además de tu pareja. Algunos la clasifican como infidelidad o engaño solo cuando hay una interacción o contacto físico, pero hoy sabemos que la infidelidad puede pasar los niveles de lo físico, lo emocional o lo recreativo.

Por esto, quitando un poco la mala imagen que evidentemente tenemos de la infidelidad, quiero que pensemos un poco en qué es lo que nos lleva a esto. Repito, cada caso es muy particular. Hay personas que se permiten serle infiel a su pareja cuando ya lo han intentado todo y sienten que su relación ya no va más, y la infidelidad se convierte en su modo de escape o de dejarle saber a la otra persona que su compromiso ha terminado. Algunos otros difrutan de recrearse con más de una pareja a la vez (Hay muchas modalidades en esto. Si no compartes esta dinámica, aléjate de esa relación.).

Para algunos otros, la infidelidad ha sido la ventana que se abrió para nuevas oportunidades de amar y conocer nuevas personas, pues les permite descubir que se encuentran en una relación que no prospera o no satisface ya sus necesidades.

Sin embargo, más que marcar la infidelidad, que es dolorosa en extremo para quien la sufre, pensemos en cuánta comunicación real estamos desarrollando en nuestra relación. Es absurdo creer que una vez decides a amar a alguien automáticamente dejas de sentir atraccción hacia otros. Por supuesto, parte del compromiso de permanecer junto a alguien incluye abstenerse de involucrarse emocional o físicamente con otra persona. Pero, ¿cuántas personas han tenido la libertad de hablar de sus inquietudes sexuales o de sus emociones respecto a su relación?

Pienso que si fuésemos lo suficientemente valientes para afrontar esta realidad, seríamos más capaces de solucionar las diversas situaciones que se presenten en la relación. Pero no nos gusta escuchar "la verdad".

Les aseguro que existen muchas personas casadas o con pareja que aman a otra persona, así como existen muchos que aman a alguien con quien nunca podrán tener una relación saludable.

Debemos quitarnos esta idea de pensar que solo podremos amar una vez, de que el amor perfecto existe. No, no existe. Conozco parejas que llevan años de una relación exitosa, y ninguno de ellos puede asegurarme que no hayan querido salir huyendo al menos una vez. Lo que sostiene las relaciones son nuestros proyectos de vida, la lealtad y el compromiso de cuidar al otro tal como a nosotros mismos. La infidelidad realmente no es la enfermedad, es el síntoma de que la enfermedad ya existe.

Cuida tus relaciones.

Por: Erika Michael.
Vía: NuevaMujer.

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