Por: Alejandra Guerrero. Reconozco que a veces pierdo un poco la paciencia con las mujeres de generaciones pasadas, pues no entiendo por qué se sienten tan limitadas respecto a sus propias vidas. En general suelo sentirme muy frustrada con la forma en que mi madre encara la vida, pues parece no darse cuenta de que la realidad para las mujeres ha cambiado.
Sin embargo, después de conocer todas las cosas simples que las mujeres no podíamos hacer hasta hace muy poco, he logrado entenderlas mejor. Ahora, agradezco tanto a esas generaciones anteriores de mujeres que hicieron posible que nosotras hoy podamos disfrutar de un mayor grado de libertad.
#1 Viajar en tren
Aunque parezca extraño, en el siglo XIX las mujeres no podían viajar en tren, pues se creía que el cuerpo femenino no estaba diseñado para viajar a más de 50 kilómetros por hora. ¡Incluso los “expertos” de la época temían que nuestro útero se saliera de nuestro cuerpo!
#2 Servir en el frente
Aunque parezca increíble, fue recién en 1980 cuando una mujer, Ann Dunwoody, alcanzó el grado de general de cuatro estrellas en el ejército de los Estados Unidos. Y en 1948 las mujeres podían ser militares, pero no combatir en el frente. ¿Quieres saber cuándo cambió esto? ¡En el año 2013!
#3 Fumar en público
La ciudad de Nueva York, que parece tan avanzada y moderna, en 1908 no permitía que las mujeres fumaran en público. Era ilegal que un hotel, un restaurante o cualquier otro lugar público permitiera que las mujeres fumaran.
#4 Correr maratones
Todas las tardes salgo a caminar por la rambla y veo mujeres corriendo, muchas de ellas entrenándose para participar en maratones. Sin embargo, esto era algo impensado antes de ¡1970! Antes de esa fecha, en Estados Unidos estaba prohibido a las mujeres participar en maratones.
#5 Tener tarjeta de crédito
¿Sabes cuánto tiempo tuvimos que esperar las mujeres para poder tener acceso a una tarjeta de crédito? ¡Hasta 1974! Antes de esa fecha, las mujeres solo podían acceder a una tarjeta de crédito si su marido firmaba junto con ellas. Así que si no tenías marido, ¡no tenías tarjeta!
Hay que reconocerlo: nuestras madres y abuelas hicieron un gran trabajo para reivindicar los derechos de la mujer.
Por:
Alejandra Guerrero.
Vía: iMUJER.
