2017: el año del Barroco en la República Checa

¿Necesitas una excusa para viajar a la República Checa el año que viene? Aquí lo tienes: 2017 va a ser el año dedicado al arte barroco en este país situado en el corazón de Europa.

Lo cierto es que el legado arquitectónico y artístico del periodo barroco (siglos XVII y XVIII) en las regiones de Bohemia y Moravia es enorme. En esa época se levantaron grandes y ostentosos palacios rodeados de fabulosos parques y jardines, así como iglesias y monasterios caracterizados por su monumentalidad. En las grandes ciudades, especialmente en Praga, se levantan preciosas casas burguesas cuyos dueños decoran sus muros con pinturas del maestro barroco checo por excelencia: Petr Brandl.

Es en la capital del país, la eterna Praga con sus mil torres, donde esta corriente artística alcanza su máximo esplendor, lo que hace de esta ciudad una de las grandes mecas del Barroco en Europa. Ejemplos de ello son la iglesia de San Nicolás en Malá Strana, los jardines y la iglesia de Loreto en el barrio de Hrad?any, el Palacio de Walenstein o las mismísimas estatuas del Puente de Carlos.


A las afueras de Praga hay destinos destacados para seguir la huella barroca. Uno de ellos es el Monasterio de Kutná Hora, incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

2017: el año del Barroco en la República Checa


Mención aparte para el Teatro Barroco del Castillo de ?eský Krumlov, considerado el más antiguo y mejor conservado teatro funcional del mundo. Cerca de ?eský Krumlov se encuentra el pueblo de Holašovice y el complejo de Kuks llamado “La Isla Barroca”. Por último, en la región de Moravia hay que rendir visita a la Columna de Santísima Trinidad en Olomouc (en la imagen superior).

Estas son solo algunas muestras del extenso catálogo de maravillas barrocas que esconde la geografía checa. ¿Qué tal visitarlas el año que viene?

Vía: Dónde Viajar.

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