Idea #1
Un bol de leche con chocolate, una rebanada de pan brioche y un zumo de frutas conseguirán que tu hijo esté en forma toda la mañana.
Idea #2
Prepara un bol de porridge, añade una manzana o un plátano y acompáñalo de un zumo de naranja recién exprimido. ¡Este desayuno es una auténtica bomba de vitaminas!
Idea #3
Un desayuno clásico que nunca falla: un gran vaso de leche, una rebanada de pan tostado (preferiblemente de cereales) y un poco de mermelada, preferiblemente casera y de frutas de temporada.
Idea #4
Una opción perfecta para un día en que no podamos entretenernos demasiado a la hora del desayuno: mezclaremos yogur, cereales y una porción de fruta (un plátano pequeño o media manzana es suficiente) y listo.
Idea #5
Un poco de queso fresco con compota de manzana y tendremos un desayuno diferente y perfecto para empezar el día con energía.
Vía: Rebañando.