No hace falta visitar la capital italiana en verano para saborear estas maravillas: siempre hay una gelateria abierta en Roma, alguna de ellas se han convertido ya en auténticos iconos de la ciudad, las grandes catedrales del gelato, como por ejemplo Giolitti (Via Uffici del Vicario 40), una heladería clásica con más de cien años de historia, Sus helados no son precisamente baratos pero la calidad es incuestionable. Si hay que elegir un lugar para tomar un helado en Roma, es este.
Pero aunque Giolitti es la reina de las heladerías, hay muchas otras que compiten con ella gracias a la calidad de sus productos y la variedad de sus sabores. Por ejemplo, la gelateria San Crispino, que tiene varias sucursales repartidas en diferentes zonas de la ciudad. La más conocida, la de la Via della Paneeria 42, junto a la Fontana de Trevi.
Pero hay muchos más templos del helado en Roma: Al Settimo Gelo, (Via Vodice 21, en la zona de Vaticano), la típica heladería tradicional, sencilla y encantadora, siempre llena de gente; o la Gelateria del Teatro (Piazza San Simeone 22, muy cerca de la Plaza Navona), con un ambiente auténtico y unos helados deliciosos.
Vía: Dónde Viajar.