Las bananas
Las bananas contienen vitamina B6, potasio y fibra, así que llévate algunas al trabajo o a las clases para cuando te dé ese golpe de hambre de las 5 de la tarde.
El brócoli
El brócoli es rico en magnesio y en vitamina E, C y B9 (ácido fólico), así que no lo dejes de lado en tu alimentación. Puedes usarlo como ingrediente para las sopas, o rallarlo y comerlo crudo con una ensalada, un plato de pasta o de arroz. También tiene un sabor excelente si lo rostizas al horno, al igual que su prima, la coliflor.
Los garbanzos
Los garbanzos son muy económicos y, además, son una excelente fuente de magnesio y vitamina B9 (ácido fólico). Utilízalos como ingrediente en un plato de curry, una ensalada o conviértelos en hummus mezclándolos con tahini (crema hecha con semillas de ajonjolí), ajo y jugo de limón.
Los huevos
Las espinacas
Si no comes mucha carne, es importante que incluyas las espinacas en tu dieta, porque son ricas en hierro y en vitamina A, K y B9. Te recomendamos variar entre brotes de espinaca cruda para las ensaladas y espinacas cocidas para los gratinados, las tartaletas saladas, las sopas y los platos de curry.
Las semillas de girasol
Un puñado de semillas de girasol por día te permite cubrir la mitad de la dosis necesaria de vitamina E, ya que estas semillas son ricas en magnesio y selenio, dos minerales antioxidantes que tienen muchos beneficios para la salud. Puedes mezclar las semillas con el yogur del desayuno, con una granola casera, con ensaladas, sopas de vegetales e incluso con pan hecho en casa.
Las batatas
Las batatas (o boniato) son una excelente fuente de betacarotenos, que es el pigmento naranja que se transforma en vitamina A en nuestro cuerpo. Usa las batatas para hacer unas deliciosas patatas fritas al horno, para las ensaladas o para hacer un colorido y suculento Buddha Bowl.
Vía: Rebañando.