Llorar es la manera que usa el bebé para expresarse; intenta comprender por qué tu chiquitín lo hace. Las razones más comunes son que está cansado o hambriento; tiene frío, calor o sed, o es hora de cambiarlo.
Si llora con los puños apretados y levanta las piernas contra el abdomen es probable que sufra cólicos. Por lo general, estos ocurren a las pocas semanas de nacido y pueden extenderse hasta los tres meses; no son fáciles de calmar, pero puedes darle masaje en el abdomen o mecerlo.
Si se frota los ojos está claro que necesita dormir. En otras ocasiones simplemente quiere que lo cargues y lo mimes.
Por: Ingrid Bell.
Vía: VANIDADES.