La presión por no ganar peso durante el embarazo está generando un nuevo trastorno alimentario: "la pregorexia".
Manuel Faraco, psicólogo y experto en trastornos alimentarios, "comentó la coincidencia en la misma persona de una anorexia nerviosa u otro tipo de trastorno de la conducta alimentaria y el embarazo".
Lo normal es que exista un problema de anorexia anterior y que se detecte con el poco aumento de peso durante el embarazo.
Aunque también se puede manifestar por miedo a engordar en el mismo. Un tercer supuesto es el de esta joven en el que el ser mamá pone fin a un trastorno de alimentación.
Inmaculada Esteban, mujer que superó la anorexia, "comentó era tanto el deseo de tener a la niña, que eso ya pasó a un segundo plano".
Debido a sus problemas con la comida tuvo que recurrir a la fecundación in vitro. Inmaculada hoy ha superado su enfermedad pero llegó a estar muy grave, incluso con riesgo de perder la vida.
Para ello tuvo que estar controlada y vigilada en su propia casa las 24 horas del día.
Inmaculada Esteban, mujer que superó la anorexia, relató "no podía echar los pestillos de los baños, los espejos los tenía tapados, no podía ir de compras porque me tenían que mirar las tallas, me tenían que elegir comidas, cantidades".
A pesar de que no existen datos concretos sobre la incidencia de los casos de pregorexia se calcula que hasta un 30 por ciento de las mujeres no aumentan de peso correctamente durante el embarazo.
Manuel Faraco, psicólogo y experto en trastornos alimentarios, comentó "los médicos estamos muy encima de que el peso no sea excesivo, pero nos quedamos sin mucha observación hacia que el peso no sea demasiado poco".
Lo normal es ganar entre 11 y 16 kilos, aunque dependerá del cuerpo de cada embarazada.
Los expertos avisan de que una pérdida de peso superior al 10 por ciento puede generar entre otras complicaciones un retraso en el crecimiento del bebé o un parto prematuro.
Vía: Televisa.