La idea de que los lastimen es aterradora y siempre estamos intentando darles la mayor seguridad que tenemos a nuestro alcance. Sin embargo, hay algunas cosas que hacemos que consideramos inofensivas y en realidad exponen a los chicos, por eso es que traemos consejos para mantenerlos a salvo.
#1 Dales una palabra de seguridad
Busquen una palabra simple, fácil de pronunciar, que los niños recuerden con facilidad pero lo más importante es que sea en código. Nadie debe saber cuál es esa palabra para que puedan usarla sin miedo en el momento que se sientan en peligro. Un consejo útil: dile a tus hijos que solo confíen en las personas que saben la palabra de seguridad.
#2 NO coloques los nombres de tus hijos en sus pertenencias
A veces la escuela nos exige que lo hagamos para que los chicos no pierdan sus cosas, sin embargo esto es una herramienta muy útil para los secuestradores. Los niños suelen confiar en las personas que saben sus nombres.
#3 La comunicación es clave
Debes tener una conversación con tus hijos, explícales que los secuestradores lucen igual que mamá o papá; al igual que los ladrones o quienes quieran hacerles daño. Deja las reglas claras, con quienes deben hablar, con quienes no, en quienes deben confiar y cuáles son las cosas que deben hacer si están en peligro.
#4 Lo más importante es su seguridad, no ser educados
Es clave que les digas a tus hijos que confíen en sus sentimientos, si alguien los pone incómodos o les da mala espina, simplemente deben alejarse sin importar lo que les digan. Enséñales que si una persona necesita ayuda debe pedírsela a los adultos y no a los más pequeños.
#5 Si están en problemas no deben gritar, deben usar las palabras
A veces los gritos de auxilio pueden sonar como rabietas o caprichos y por eso es que las personas pueden no ayudarlos. Es fundamental que no pierdan la calma y si están en peligro expliquen lo que sucede y usen sus palabras de seguridad.
Estos pequeños consejos pueden prevenir que los niños pasen por situaciones difíciles y te darán tranquilidad mientras estás lejos de tus pequeños.
Por: Valentina De Anda.
Vía: iMUJER.