Empezamos en el Burggarten del casco antiguo, junto a la Ringstrasse, donde se levanta una estatua del emperador Francisco José I con uniforme militar. El monarca que durante 68 años gobernó el poderos imperio de los Habsburgo. La estatua se sitúa cerca del Palacio imperial del Hofburg, cuyos lujosos apartamentos imperiales se pueden visitar. También se conserva aquí el Tesoro Imperial.
En verano el emperador se trasladaba a su residencia estival: el espectacular Palacio de Schönbrunn, una maravilla del barroco inspirada en el Palacio de Versalles de París. El palacio está rodeado de un inmenso parque son bellos jardines. Ya en época de este emperador se construyó allí el Parque zoológico, una de las grandes atracciones de la Viena actual.
Los restos del emperador reposan en la Cripta Imperial, un lugar de descanso eterno reservado solamente a los miembros de la antigua casa imperial. Desde el año 1633 y bajo la Iglesia de los Capuchinos (situada también en el casco antiguo) han sido enterrados allí 149 miembros de la casa de Habsburgo, entre ellos 12 emperadores y 19 emperatrices y reinas.
Vía: Dónde Viajar.