Este es el primer restaurante italiano en conseguir el máximo reconocimiento de la gastronomía mundial, y todo gracias al talento de su jefe de cocina y propietario, Massimo Bottura, famoso por emplear los ingredientes tradicionales de la cocina italiana con métodos innovadores y muchas veces discutidos. En todo caso, ya tenemos una nueva razón para visitar Módena, cuna del famoso aceite balsámico y de la factoría Ferrari.
Comer en la Osteria Franciscana es una experiencia en la que están involucrados todos los sentidos, aunque no resulta precisamente sencillo conseguir una reserva para una de las doce mesas que tiene el restaurante, y menos ahora, después de recibir el galardón.
Queda todavía una razón más para visitar la Osteria Francescana y rascarse un poco el bolsillo: la fina selección de aceites de oliva y vinagres aromáticos que Bottura pone a la venta a sus visitantes con la etiqueta de Villa Manodori. Pequeñas maravillas que se producen de forma tradicional con los mejores ingredientes.
Vía: Dónde Viajar.