Cruceros: ¿camarote con o sin balcón?

Es difícil imaginar un hotel que nos cobre un suplemento por tener una ventana en la habitación, pero cuando se trata de un crucero, el aire puro del mar tiene su precio. Por lo general, ese pequeño balcón (mejor que el clásico y simple ojo de buey) incrementa el precio del viaje en unos 100 € por persona. ¿En realidad vale la pena el gasto?

Aunque la respuesta depende de cuánto tiempo vamos a pasar en el camarote la respuesta es sí: el balcón es un aspecto esencial del crucero. Algunos de estos balcones están equipados en algunos casos con bañeras de hidromasaje o televisores de pantalla plana,lo cual es un tanto absurdo cuando tenemos frente a nosotros vistas panorámicas del océano, pero hay gustos para todos.

Las ventajas de disponer de un balconcito en el camarote son evidentes: más luz natural, más aire fresco y la posibilidad de sentarse a tomar algo alejado de vistas indiscretas y contemplar la puesta del sol o la negrura de la noche en alta mar.

Los balcones valen realmente la pena cuando el crucero incluye una gran cantidad de vistas panorámicas, como los periplos por las Islas Griegas o los paisajes qque ofrecen los fiordos noruegos.

Por otra parte, son muchos los que consideran que se trata de un lujo caro y un gasto un tanto absurdo, ya que el propio crucero es ya de por sí un gran balcón al mar. Además, es un hecho demostrado que durante un viaje de este tipo la gente pasa muy poco tiempo en su camarote, teniendo en cuenta todas las atracciones y posibilidades de ocio que ofrecen los cruceros modernos. Así que la decisión queda al criterio de cada viajero. Camarote con o sin balcón, ¿tú qué eliges?

Vía: Dónde Viajar.

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