Esta estructura es la culminación de más de veinte años de trabajo con cúpulas geodésicas por parte de su creador. Fuller deseaba demostrar que era posible crear un espacio habitable utilizando sólo una quinta parte de los materiales normalmente utilizados en la arquitectura convencional.
Esta enorme estructura semiesférica se eleva a 63 metros de altura y es tan amplia que aloja cómodamente en su interior el edificio de la exposición, de siete pisos y con una larga escalera de cuarenta metros. La esfera, de estructura metálica, estaba cubierta con paneles acrílicos transparentes. Para controlar la temperatura ambiente del interior, Fuller diseñó un aparato compuesto por paneles triangulares móviles que se mueven sobre la superficie interior de la cúpula siguiendo el sol. Por desgracia, el sistema nunca funcionó correctamente.
Después de un grave incendio en 1976 (el mismo año en el que Montreal fue ciudad olímpica) y 15 años de abandono, la estructura fue recuperada. En la actualidad, la Biosphere de Montreal es un gran museo interactivo, además de un gran invernadero donde habitan plantas y aves exóticas. El museo fue inaugurado en 1995.
Vía: Dónde Viajar.