Se trata de un paseo delicioso a través de una de las regiones más bonitas de Sudáfrica, una sucesión de paisajes costeros y de interior rebosantes de vida y con paisajes que nos dejan sin aliento. Y esto es mucho decir cuando hablamos de un país reconocido en todo el mundo como uno de los más bellos y salvajes del planeta.
La ruta oficial se inicia en la localidad marinera de Mossel Bay,al oeste, y concluye en Saint Francis Bay a lo largo de la línea de costa del Océano Índico.
Esta carretera panorámica atraviesa una región de maravillosos escenarios naturales que gozan de temperaturas templadas y las bondades del agradable clima mediterráneo. Entre las paradas más destacadas de la Route garden destacan Nature’s Valley, un pequeño pueblo frente al mar digno de postal, y el Tsitsikamma National Park, un área marítima protegida delimitada por el cacuce del Río Storms y los propios límites de Nature’s Valley.
Hay un punto de la ruta en el que es obligado detenerse: Plettenberg Bay, base de salida de los llamados Ocean Safaris, pequeños cruceros que llevan a los turistas ávidos de nuevas emociones al encuentro de los grandes cetáceos que nadan en estas aguas en determinadas épocas del año.
Par allegar a ella hay que desviarse de la ruta clásica de la Garden Route a la altura de las localidades de George y Knyna, por donde pasa el tren a vapor panorámico Outeniqua Choo Tjoe, otra experiencia a la que también vale la pena dedicar unos días de tu viaje por Sudáfrica.
Vía: Dónde Viajar.