La maravilla, solo visible desde el cielo, se encuentra a unos 450 kilómetros de la capital Lima. Las líneas dibujan figuras que representan animales como la famosa araña, plantas y humanos, pero también otras figuras geométricas de difícil interpretación. Probablemente la figura más controvertida sea la conocida como “el astronauta de Nazca”.
Parte del encanto de este lugar radica en que no se trata de un destino precisamente accesible. La mejor manera de llegar allí es contratar una excursión programada de las que suelen ofrecer casi todas las agencias y muchos hoteles.
Si el prespuesto viajero no alcanza para uno de estos vuelos te queda todavía la opción de subir al Mirador Líneas de Nazca, situadao sobre la célebre Ruta Panamericana. No es lo mismo, pues no abarca maás que una pequeña parte del conjunto, pero las vistas son igualmente fascinantes.
Otras cosas que se pueden visitar en Nazca son por ejemplo el Observatorio Maria Reiche, donde vivió la famosa arqueóloga que dedicó gran parte de su vida al estudio de estas líneas, y también el Cementerio de Chauchilla y los acueductos de Nazca.
Vía: Dónde Viajar.