Por este y otros motivos el edificio fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad junto con el centro histórico de la ciudad andaluza. La historia de la mezquita se inicia nada menos que en el año 786 pero fue ampliada durante el Emirato y el posterior Califato de Córdoba. Hoy es el monumento más importante de la ciudad y, con permiso de la Alhambra de Granada, el edificio más destacado del legado andalusí en la península ibérica.
Con 23.400 m cuadrados, la de Córdoba fue en su día la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, solo superada por la Gran Mezquita de La Meca. Una de sus principales características es que su muro de la qibla no fue orientado hacia la ciudad santa del Islam, sino 51º grados más hacia el sur, algo habitual en las mezquitas de Al-Ándalus.
Sin embargo, si hay algo que caracteriza y da personalidad a este lugar es el llamado “bosque de columnas” con las dovelas de los arcos decoradas en dos colores: blanco y rojo. El conjunto es increíblemente bello.
Ver esta maravilla, algo obligado en cualquier visita a Córdoba, cuesta solo 8 € (4 € los niños). Un viaje al pasado musulmán de España y al corazón del arte islámico.
Vía: Dónde Viajar.