La prueba se hizo entre jóvenes de entre 18 y 22 años.

Por años, se ha pensado que cuando una persona dice muchas groserías carece de inteligencia, pero eso no es cierto.

Recientemente, la revista Language Sciences aseguró que las personas que dicen más groserías tienen un vocabulario más amplio.

Mediante un experimento realizado con jóvenes entre 18 y 22 años, se les pidió que durante un minuto dijeran todas las groserías que pudieran. Luego de ese tiempo, los psicólogos Kristin Jay y Thimoty Jay les ordenaron que durante un minuto nombraran todos los animales que pudieran.

Resulta que los que insultaron más, nombraron más animales.

Además, los psicólogos clasificaron las groserías en dos: “apropiados”, las "normales" e “inapropiados”, relacionados con comentarios racistas.

También han querido reivindicar el uso de los insultos como terapia.

Vía: VANIDADES.

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