Según Camilla Kobylecki, del hospital mencionado, “vimos que quienes comen más de esos productos tienen un riesgo de un 15% menor de desarrollar problemas cardíacos y de un 20% menor de muerte prematura en comparación con quienes rara vez lo hacen”. También se observó que esa reducción se relacionaba con las concentraciones en sangre de vitamina C —un potente antioxidante que ayuda a construir el tejido conectivo y a proteger las células— procedentes de frutas y vegetales.
Vía: VANIDADES.